Les dejaré algunas:
La batalla parte 1
A solas con mi Dios, le pregunté y no me supo responder, busqué en libros especializados y no encontré solución.
Abrí mi alma de par en par, lancé la interrogante a mi sabio corazón y este me argumentó: “querido amigo, para vencer lo primordial es combatir, tú dispones de munición privilegiada que el enemigo nunca podrá obtener, amor, ilusión y fe”.
Abrí mi alma de par en par, lancé la interrogante a mi sabio corazón y este me argumentó: “querido amigo, para vencer lo primordial es combatir, tú dispones de munición privilegiada que el enemigo nunca podrá obtener, amor, ilusión y fe”.
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